Tiene Costa Ballena seis mil viviendas, cuatro hoteles y un campo de golf, que cada año tributa al Ayuntamiento de Rota sus impuestos.

La cifra exacta de la recaudación se desconoce, pero podría estimarse en unos cinco millones de euros los que, año tras año, las arcas municipales se embolsan, supuestamente, para revertirlo al resort en la mejora de la calidad de vida de sus residentes, que para desgracia de muchos, no están empadronados en esta ciudad residencial veraniega, es decir, no votarán dentro de dos años la nueva corporación de la ciudad.

Tiene Costa Ballena en su entrada principal dos importantes infraestructuras, la estación de autobuses, que no funciona a pleno rendimiento, nadie sabe porqué, y las explicaciones que se han dado desde el macro aparato informativo municipal son peregrinas. La otra, la obra del centro cívico, que registra un clamoroso parón desde la pasada primavera, sin que ni Ayuntamiento ni promotora den explicaciones solventes. Todo lo contrario, nos intentan engañar como a niños. Del supermercado que se iba a instalar allí este verano, al no haberse cumplido las fechas, ya ha anunciado que no lo hará.

Tiene Costa Ballena una playa sin bandera azul y a nivel general, escasos servicios, lo que encarece necesariamente la vida del residente, obligado a desplazarse, en vehículo particular o público, a los municipios de la comarca, a comprar, visitar al médico o cubrir otras necesidades primordiales.

¿Por qué el Ayuntamiento no dice cuánto recauda y cuánto invierte de lo que recauda en Costa Ballena?
¿Invierte lo mismo en Costa Ballena que en Rota, en proporción per cápita?
¿Cuántos votantes hay en Rota y cuántos en Costa Ballena?
¿Porqué la Entidad Urbanística de Conservación tiene que salir al paso y cubrir las deficiencias en los servicios que el Ayuntamiento debiera asumir?
¿Se atreverá algún cirigalla municipal a dar alguna explicación?

 

Fuente: El Periódico de Costa Ballena Nº 73 julio 2009